jueves, 29 de diciembre de 2011

FIFTY FIFTY INVERNAL



En invierno se llora mucho, porque los árboles no tienen hojitas que nos abriguen, porque las bicicletas pasan de largo y uno se mira los cordones de los zapatos o coge un taxi y se pregunta ¿quién duerme en la ciudad tan a oscuras?

Parece como si hasta los gatos se quedaran quietos, sin saber muy bien qué hacer, mirando a la luna que cruje de escarcha … Tan blanca como las sábanas del telón del decorado e incluso los fantasmas están cansados. Si sus cadenas no pesaran tanto, saldrían, sin más, volando.

Hagamos ya una manifestación contra el invierno: para que estallen las yemas de los arbolitos, para que los gatos corran por los tejados maullando en celo, para que no usemos más zapatos … Para que los crêpes de chocolate y nata nos visiten todos los lunes (y los martes).

También en: El Funambulista